viernes, 30 de enero de 2015

Mural HOMENAJE A SANTA JOSEFINA BAKHITA.


En el año 2000, Cristian Del Vitto había estado practicando en pequeños formatos la técnica de Esgrafiado .
Entusiasmado por la técnica, novedosa por entonces en el país dado que había llegado al mismo desde Jerusalem hacía muy poco tiempo pensó en la idea de hacer un mural de estas características en algún muro de la ciudad de Berisso.
Fue así que dentro de los pedidos hechos por la comunidad para hacer diferentes murales, pedidos que, se dirigían del vecino a la Casa de Cultura de La Municipalidad de Berisso, el del Instituto Canossiano San José, una escuela privada de base religiosa católica muy reconocida en la ciudad.
Del Vitto presentó el boceto original al las autoridades del Colegio, que realizó gracias a la colaboración bibliográfica del mismo, el cual fue acepatado don gran ansiedad.
Como esta era una obra de gran superficie el artista llamó a dos colegas Eugenia Linares y Patricia Carrillo que intervinieron en algunas modificaciones del boceto y trabajaron en la realización del mural.
Este es el  primer mural esgrafiado en la ciudad de Berisso .Instituto Canossiano San José. 
“Bakhita”. (de 4m x 6m)Santificada en el año 2000 por su santidad el Papa Juan Pablo II.




La obra tiene algunas aplicaciones cerámicas y podemos observar como figura central la Imágen de Josefina Bakhita. 
El mural en general cuenta algunos pasajes de la vida de la religiosa.
 Fue una religiosa canossiana sudanesa nacionalizada italiana. Estando en Sudán, el diplomático Callisto Legnani la compró en calidad de esclava con el propósito de devolverle su libertad. Cuando Legnani debió regresar a su país, Bakhita decidió acompañarlo, y llegando a Génova, fue transferida a la localidad de Zianigo, al servicio de la familia Michielo, y posteriormente pasó a la Congregación de Hijas de La Caridad de Santa Magdalena de Canossa (Canossianas) de Venecia, donde recibió los primeros sacramentos del catecumenado, el 9 de enero de 1890, y fue bautizada con el nombre de Josefina, y el 8 de diciembre de 1896, ingresó a las Hermanas Canossianas, tomando como nombre religioso, el de Sor Josefina. Josefina Bakhita se destacó no sólo por su piedad y su amor a Cristo y la Eucaristía, sino también por su servicio social por los más pobres y desamparados, por lo que fue llamada La Madre Moretta (la madre morena).
Murió en el convento canossiano de Schio, en 1947, a la edad de 78 años, y sus restos incorruptos fueron sepultados bajo el altar de la iglesia de dicho convento. Fue beatificada en 1992 y canonizada en Roma, por el Papa Juan Pablo II, en octubre del 2000.
El ejemplo de su vida fue usado por el Papa Benedicto XVI en la encíclica Spe salvi para hablar de esperanza




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